Este miércoles 19 de marzo, la plaza Murillo, epicentro del poder político en Bolivia, fue escenario de una movilización liderada por la Federación de Campesinos Tupac Katari de La Paz.

La convocatoria fue protagonizada por autoridades comunitarias conocidas como «Ponchos Rojos» por su atuendo característicos, quienes descendieron desde la ciudad de El Alto hasta el centro de La Paz con el objetivo de “cercar” la plaza y exigir respuestas del gobierno del presidente Luis Arce ante la crisis económica y el desabastecimiento de combustibles que afecta al país.

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Bajo el liderazgo de David Mamani, los campesinos demandan la destitución de varios miembros del gabinete, incluyendo a los ministros de Obras Públicas, Hidrocarburos, Planificación y Gobierno, así como del viceministro de Defensa del Consumidor y el gerente de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa).

«Somos autoridades originarias, orgánicos, legales, legítimas, elegidas en los congresos ordinarios, en las 20 provincias del Departamento de la Paz, hemos decidido hacer ingresar al Ministerio de la Presidencia nuestra demanda, nuestro pliego petitorio, para que el gobierno en 72 horas responda a nuestras demandas» señaló Mamani desde el frente de la delegación.

Además, exigen una reducción del 50% en los salarios de los funcionarios públicos que perciben, según denuncian, más de 10.000 bolivianos (1.450 dólares) y rechazan la aprobación de nuevos créditos internacionales que, según ellos, “hipotecan” al país.

“Vamos a hacer cerco hasta que el Gobierno nos escuche porque estos señores se han convertido en sordos y mudos”, declaró Mamani durante la protesta. El dirigente advirtió que, de no recibir una respuesta satisfactoria en un plazo de 72 horas, podrían tomar medidas más radicales, como bloqueos de caminos.

David Mamani enfatizó que la movilización busca reclamar los derechos establecidos en la Constitución Política del Estado (CPE), como el acceso a combustibles, empleo digno y alimentos a precios justos. “Nuestros jóvenes profesionales están en las calles con desempleo o en trabajos informales”, señaló el dirigente, subrayando la precariedad laboral que afecta a las nuevas generaciones.

La movilización de los Ponchos Rojos se enmarca en un contexto de creciente descontento social debido a la crisis económica que atraviesa Bolivia. Los manifestantes denuncian la falta de soluciones concretas frente a problemas como el desabastecimiento de combustibles, el desempleo juvenil y la inflación que afecta a los productos básicos.

“¿Dónde está la plata?”, coreaban los manifestantes durante su recorrido, mientras otros gritaban consignas como “Fúsil, metralla, el pueblo no se calla”.

Ante la movilización, el gobierno desplegó un fuerte operativo de seguridad para resguardar los accesos a la plaza Murillo, donde se encuentran el Palacio de Gobierno y la Asamblea Legislativa. El viceministro de Seguridad Ciudadana, Roberto Ríos, aseguró que la Policía mantendrá el orden público, aunque lamentó que Mamani esté al frente de las protestas.

Paros y bloqueos en El Alto

En tanto, este miércoles la Policía de El Alto registró 26 puntos de bloqueo en diferentes zonas de la ciudad, producto de un paro indefinido convocado por la Federación Andina de Chóferes en rechazo al alza de los precios de la canasta familiar y los problemas en la distribución de combustibles.

Ante esta situación, las autoridades habilitaron vías alternas para garantizar la circulación de vehículos particulares, motocicletas y bicicletas, mientras se mantiene un fuerte despliegue policial para asegurar que la autopista y la ruta hacia el Aeropuerto Internacional permanezcan expeditas.

A los bloqueos de los transportistas se sumaron algunas juntas vecinales, que cerraron vías troncales de la urbe alteña, obligando a estudiantes y trabajadores a caminar largos tramos para llegar a sus destinos.

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